“Soy una mujer de clase media haciendo un libro sobre pobres, las cosas como son”, escribe la periodista argentina Josefina Licitra en su libro Los otros. Una historia del conurbano bonaerense, publicado en 2011.
Licitra expresa el miedo que la invadió una de las noches en las que se sintió más ajena que nunca al lugar en el que estaba investigando. Este pasaje refleja la sinceridad con la que relata lo que vivió; creo que es valioso porque permite una mejor comprensión de lo que sucede en un contexto al que probablemente la mayoría de sus lectores jamás asistieron.
Los otros nos traslada a orillas de un riachuelo contaminado del conurbano de Buenos Aires, donde los habitantes de Villa Giardino hace décadas que no logran una convivencia armoniosa con sus vecinos del Barrio Acuba. Licitra relata historias de estos dos barrios, donde la pobreza y la violencia dominan a sus pobladores.
“Hay mucho para explicar. Los tanos y los negros están separados por un muro… Llegó el día en el que alguien rompió el muro y armó un hueco. Ese agujero, dicen los tanos, permite a los negros entrar a Giardino y robar, romper, roer todo aquello que tocan. Ese agujero, dicen los negros, es el conducto que tuvieron que inventarse para acceder de forma directa a las escuelas, las plazas y las salas sanitarias de la zona, tres espacios públicos donde el recelo se presenta como una condicen del aire: los negros respiran la distancia de los tanos. También respiran su miedo”.
El libro sigue el caso de un asesinato como hilo conductor y denuncia la inacción del gobierno, el daño que produce la falta de políticas sociales y ambientales, así como la cobertura superficial de los medios de comunicación.
Entiendo que el mayor hallazgo periodístico de la investigación es mostrar esa inacción y denunciar el rechazo mutuo que existe entre vecinos que sufren por igual el abandono del resto de la sociedad. Se trata de dos barrios unidos por sus carencias, pero que se distancian en su lucha.
